La gatera del Barrio del Carmen de Valencia
La facilidad de viralización de las imágenes a través de las redes sociales y el auge por encontrar lugares visitables más allá de los que aparecen habitualmente en las guías turísticas al uso, permiten que una serie de recursos turísticos (pinturas, edificios, paisajes) que antes no hubieran llamado la atención, ahora son capaces de brillar mediante su difusión online. Son esos espacios que se describen con adjetivos como ‘insólitos’ o ‘secretos’ y que, contradictoriamente, dejan de serlo inmediatamente.
En este blog ya nos hemos ocupado en alguna ocasión de este tipo de iniciativas que termina captando el interés de visitantes y turistas como puede ser por ejemplo la calle Moret de Valencia, denominada Colores, en la que se pueden apreciar una serie de imágenes englobadas dentro del concepto de street art.

Ahora reseñamos un lugar conocido como la Casa de los Gatos o Gatera del Barrio del Carmen de Valencia. Nada haría destacar un pequeño solar cerrado por un muro en el número 9 de la calle Museo pues el barrio cuenta con espacios similares ; sin embargo, si nos fijamos en la parte inferior de ese muro se distingue una gatera, normalmente un orificio que permite la entrada y salida de los gatos.
La gatera reproduce la fachada de un edificio, con su puerta de acceso con arco de medio punto, su balcón con dos ventanales y tres pequeñas ventanas en la parte superior; junto a la casa aparece en la parte derecha un pequeño corral. Es un semirelieve en el que destaca también la típica combinación de azulejos que alude a la entrada del Cid en la ciudad y a la expresión 4 gats. El texto dice: “En memoria de los cuatro gatos que vivieron en el Barrio del Carmen en 1094. Nunca se les escucho un miau más alto que otro”; la expresión hace referencia a la entrada del Cid en Valencia y a la superstición de los cristianos de ese época respecto a los gatos, a quienes se consideraba animales diabólicos.

Se completa con una fuente adosada a esa pequeña fachada en cuya parte inferior se incorpora un pequeño cuadro con la firma del artista.
Esta Casa de Gatos tiene su origen en el año 2003 y se debe al artista y escultor Alfonso Yuste. La idea vino cuando Yuste vio que los gatos entraban y salían del solar por un agujero y decidió realizarles un acceso personalizado. Según explicó su propio autor a Las Provincias, tras realizarlo “Alguien colgó la foto en internet y ahora los turistas vienen a verla” (2).
Arte efímero, expuesto en muchas ocasiones a actos vandálicos, constituye un pequeño ejemplo de obras callejeras, a medio camino entre lo artesanal y lo artístico, que por el efecto de las redes sociales consiguen llegar a un número considerable de personas.
Escribe Luis Tormo
(1) Las Provincias, 20 de julio de 2020

Gracias por vuestro interés. No pude seguir mi labor por diferencias como el Café Museo.
La empresa General Constructora entró en el solar y se apropió de mis herramientas. Soy el autor Alfonso Ángel Yuste Navarro.
Gracias a ti por tu trabajo y por esta forma de creación artística que ha llegado a gran cantidad de personas.