Entre pinos y el mar
Entre las numerosas vías verdes con las que cuenta la Comunitat Valenciana, una de las más conocidas es la de Benicàssim-Oropesa. Son más de cinco kilómetros que aprovechan el antiguo trazado del ferrocarril y donde su principal atractivo es que el trazado que discurre paralela al mar, proporcionando unas vistas increíbles de este precioso paisaje mediterráneo.
Si realizamos la ruta desde Benicàssim el inicio se sitúa en la playa de Voramar, junto al hotel del mismo nombre. Hay un puente de hierro y tras este, se encuentra el comienzo de la ruta, junto al cartel de las rutas BTT. Justo enfrente hay un parking gratuito donde es posible aparcar de una manera relativamente fácil, al menos si se acude pronto por la mañana.
Teniendo en cuenta que la distancia no es larga y tampoco hay grandes desniveles es recomendable realizar el trayecto de ida y vuelta pues de esta forma se puede apreciar con detalle todo el recorrido, tanto de ida como de vuelta. Y, por supuesto, recomendable tanto con bicicleta como andando.
La vía está asfaltada y cuenta con un espacio en el lateral para andar (de arena y gravilla), aunque en la práctica es por la zona asfaltada por donde circulan las bicis y los caminantes. Dado que tanto Benicàssim como Oropesa son dos destinos turísticos potentes hay una gran cantidad de personas realizando la vía verde, por lo que hay momentos del día y periodos (vacaciones, festivos) en los que el trayecto está bastante concurrido.
Saliendo desde Benicàssim hacia Oropesa nos vamos encontrando con diferentes miradores que permiten contemplar el paisaje, mientras atravesamos zonas de pinos y pasos excavados entre las montañas. A lo largo de la vía verde nos encontramos con indicaciones de los senderos disponibles así como accesos a las calas que salpican el recorrido.
Como hitos destacables tenemos un par de torres de vigilancia, la Torre Colomera y la Torre de la Corda; así como un largo túnel, perfectamente iluminado, que atraviesa un tramo de la montaña. Ambas torres tenían la función de vigilancia para prevenir los ataques de los piratas que atacaban la costa mediterránea. Construidas en el siglo XVI, su planta es circular y su estructura es cónica, con la suficiente altura para tener una visión amplia de la costa.
Yendo desde Benicàssim, la vía verde termina con un pequeño descenso que da acceso a los primeros apartamentos del municipio de Oropesa.
Un trayecto muy recomendable, apto para todos los públicos, y que tiene la virtud de contemplar el mar a lo largo de todo su recorrido.
Fotos y texto: Luis Tormo