La realidad virtual era esto
Ready player one, el debut literario de Ernest Cline (Ohio, 1972) se ha ido convirtiendo desde su publicación en 2011 en un éxito comercial, un bestseller en toda regla. Este fenómeno de ventas se ha visto incrementado desde el momento en que se supo que la novela iba a ser adaptada para el cine por Steven Spielberg.
El nombre de Spielberg no es baladí pues la obra de Cline está plagada de referencias al mundo de los 80 y en ella se pueden reconocer los homenajes a la generación de los directores de esa época. El filme tiene previsto su estreno el 28 de marzo de 2018 y los guionistas son Zak Penn y el propio Ernest Cline.
La novela se desarrolla en el año 2044, un futuro en que el mundo real aparece descrito como un caos y donde los hombres han consumido la mayoría de los recursos. Es por ello que la mayoría de la gente vive inmersa en un juego de realidad virtual llamado Oasis. El creador y multimillonario de Oasis, un fanático de los años 80, muere dejando un reto para sus seguidores; un reto en el que alguien se convertirá en su heredero si es capaz de reunir tres llaves superando una serie de pruebas. El desafío hace que por todo el mundo aparezcan una serie de jugadores (cazadores) que intentarán desvelar el misterio que su creador dejó oculto.
Narrada en primera persona a través del personaje protagonista, Wade (o Parzival que es como se llama su avatar), asistimos como lectores a un relato que funciona como un videojuego, en una narración basada en laa superación de pruebas y en la competición por alcanzar el objetivo, donde intervienen todo tipo de factores: aliados, enemigos, la fortuna, etc.

Los temas principales de la novela son la supervivencia, la amistad, el valor de la unión frente a las adversidades, la lucha contra el mal y el peligro de la tecnología que implica el riesgo de la deshumanización. Todo ello con una mirada hacia la cultura de los 80 en un texto trufado de múltiples referencias hacia esa década, desde los primeros videojuegos, la música, o el cine. Hasta aquí, Ready player one no pasaría de ser una obra de ciencia ficción ágil y entretenida con algún guiño a la obra de Roald Dahl, los primeros videojuegos, al propio Spielberg o Avatar de James Cameron.
Pero sí la opera prima de Cline destaca por una razón, ésta es por la representación del entorno virtual que supone Oasis. La construcción del mundo paralelo donde transcurre la mayoría de la acción de la novela con sus diferentes mundos y espacios convierte a Oasis, un entorno imaginario, en un elemento real para los personajes y para el lector. Un mundo virtual donde no se accede por un tiempo sino que se convierte en el centro del universo para las personas. Oasis no es un lugar para el ocio, Oasis es el mundo.

Frente a una realidad postapocalíptica, Oasis aparece como el lugar donde se concentra la vida. Un entorno para aprender (ya no hay escuelas físicas), para trabajar, para relacionarse virtualmente en función de una identidad modelada y en la que las personas no se conocen. Personas que se sienten seguras detrás de su proyección virtual, que desarrollan su emotividad a través del juego (rien, lloran, sienten, se enamoran) pero que son incapaces de enfrentarse a un vínculo real.
Una realidad virtual, gestionada por una gran trust empresarial encabezado por su creador, una especie de dios tecnológico (desarrolla el mundo a su imagen y semejanza) y donde las diferencias en función de lo que posees se reproducen en este modelo social virtual. Los peligros sobre quién controlará esa sociedad tecnificada y estamental se convierte en uno de los temas que también aborda la novela.
Ready player one, y sobre todo su descripción de Oasis, se convierte en una ensoñación de un posible futuro, pero como en las buenas obras de ciencia ficción, parte de lo que nos cuentan explica elementos de nuestra realidad, de lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. La incipiente introducción de la realidad virtual (videos juegos, aplicaciones tecnológicas e industriales), la presencia de empresas y gurús tecnológicos que marcan el camino futuro (Apple, Microsoft, Facebook, big data, etc.) y el mundo de apariencia que se esconde detrás de las redes sociales (la necesidad de reconocimiento, la posibilidad de elaborar una reputación y la nueva forma de comunicación a través de la tecnología) son elementos que se pueden rastrear en el substrato de la novela de Ernest Cline.
Título: Ready Player One
Autor: Ernest Cline
Editorial: B DE BOOKS
Encuadernación: Tapa blanda
Número de páginas: 464 páginas
Fecha de lanzamiento: 2011
Reedición, febrero 2018
Revisión de la traducción: David Tejera Expósito
También disponible en ebook
Escribe Luis Tormo