Una buena comedia nace de un drama
Chus Gutiérrez
Los Preestrenos del Festival Antonio Ferrandis, Kinepolis y el Ayuntamiento de Paterna presentan la película De Caperucita a loba, dirigida por Chus Gutiérrez. El filme es una comedia ácida y divertida sobre las relaciones amorosas basada en el libro y en la exitosa obra de teatro homónima creada, escrita y protagonizada por Marta González de Vega, quien debuta como actriz principal en esta adaptación cinematográfica donde también se hace cargo del guion.
Chus Gutiérrez debutó en el cine con Sublet (1992), que supondría su primera nominación al Premio Goya como directora novel, y ha firmado una docena de largometrajes desde entonces, entre ellos la reconocida por la crítica y la Academia Retorno a Hansala y la reciente Sin ti no puedo. Marta González de Vega es guionista, de cine y televisión, actriz, escritora, y autora teatral; en el cine ha formado equipo con Santiago Segura en los guiones de la exitosa franquicia de Padre no hay más que uno.
De Caperucita a loba es una producción de ESTO TAMBIÉN PASARÁ (Álvaro Ariza) y DE CAPERUCITA A LOBA AIE en coproducción con BOWFINGER INT. PICTURES y PRODUCCIONES TONDERO y en asociación con GLOW, BTF MEDIA, AF FILMS y LATIDO. La película cuenta también con la participación de PRIME VIDEO, RTVE y CREA SGR y con el apoyo del ICAA.
Tras su pase en la reciente edición del Festival de Málaga, la película se estrena en salas de cine de España el próximo 5 de abril de 2023 distribuida por A Contracorriente Films.
Aprovechando la presencia de la directora Chus Gutiérrez y la guionista y actriz Marta González de la Vega hemos hablado con ellas sobre el origen del proyecto, el valor de la comedia, la importancia del guion y la igualdad en el cine español.
¿Cómo surge el proyecto de adaptar el libro y la obra teatral al formato cinematográfico?
Marta González de Vega: He sido guionista durante 23 años, empecé en el Club de la Comedia. En 2015 decidí publicar un libro porque me apetecía mucho tratar este tema de tú a tú con el lector o la lectora. Pero ya tenía en mente hacer la obra de teatro porque la tenía escrita como un monólogo de humor; al año siguiente de publicar el libro hice la obra de teatro y llevo siete temporadas en Madrid donde sigo todos los sábados en el teatro Fígaro.
Y también tenía la idea de hacer la película, pero en ese momento no había entrado todavía en el mundo del cine, Después de escribir con Santiago Segura toda la saga de Padre no hay más que uno y de A todo tren, Santiago me dijo: “¡Anímate a hacer la pelí!”. Como yo lo tenía ya en mente, lió a su socia María Luisa Gutiérrez y a Álvaro Ariza, y ahí fue cuando decidimos llevarla adelante.
¿Y cuándo entra Chus Gutiérrez?
Chus Gutiérrez: A mí me llaman los productores. Porque está el proyecto de Marta y supongo que les parecía bien poner a alguien con más experiencia. Entonces me incorporo al proyecto, que en principio me parecía muy difícil porque era un monólogo; estaban los personajes pero había no solo que contar sino darle una vida, una visión cinematográfica.
Ahí fue cuando empezamos a trabajar juntas Marta y yo. Hablamos del guion, de determinadas cosas que a mí me parecía, nos peleábamos, claro… Era su bebé y llevaba con él desde 2015, y de repente, llega una intrusa a toquetear ese niño.
Marta: Es verdad que era muy personal. Llevo toda la vida escribiendo guiones y tengo la visión cinematográfica, pero es cierto que esto, al provenir de un monologo es muy personal y a mí me parecía que tenía que ser así de personal. Pero es cierto que la incorporación de Chus aportó un punto de vista que ha enriquecido mucho la película a todos los niveles, ha sido un regalo.
Encaja la figura de Chus Gutiérrez porque en los 90 fue una de las primeras en hacer un tipo de cine relacionado con la figura de la mujer. Tus documentales también hablan de ello.
Chus: Totalmente. Y yo soy muy experimental de toda la vida. A mí esta película me parecía difícil, sabía que era un reto como directora.
¿Cómo encontrasteis los recursos para convertir el monólogo en cine? La metáfora del unicornio, la niña, etc.
Marta: En realidad están todas ahí. En el libro y en el monólogo estás contando lo que vas a ver en la película, yo lo que hago es contarlo y en la película cobra vida. De hecho hay conversaciones literalmente transcritas, pasadas al guion.
Chus: Lo que hay del monólogo al guion cinematográfico lo que hay son unos personajes que cogen cuerpo fuerza y que ya tienen una entidad propia. Es verdad que los personajes siempre están en función de la protagonista, eso era difícil que como espectadora te identificaras, te emocionaras con estos personajes que, a veces, son muy anecdóticos.
Mi trabajo era hacer todo eso coherente, darles una entidad más clara a los personajes. Cómo visten, de qué trabajan, cómo se mueven… Son pequeños detalles que les das para que tengan personalidad, para que puedas identificarte.
Marta: Es una película que es “el camino del héroe” de ella, de Caperucita a loba, y efectivamente todos los personajes están al servicio de lo que ella hace con lo que ellos le hacen, con la interacción entre ellos. Es verdad que corrían el riesgo de quedarse planos.
Ya desde el libro original, el tema es el valor del humor para traducir los dramas cotidianos. Es una reivindicación también de la comedia como género para hablar del drama de una forma más accesible.
Chus: Una buena comedia nace de un drama. En la vida la comedia es lo que nos salva. Estás fatal, llega a una amiga u te hace reír y todo tiene otro color. La posibilidad de reírnos de nosotros mismos nos hace también más inteligentes, más empáticos, te abre el alma. Ella [refiriéndose a Marta] es comedia radical, yo soy más mix.

Chus, hay muchas cosas tuyas en la película.
El cine es un trabajo en equipo. Tenemos una materia prima que es Marta y el guion. El guion es lo más importante en una película aunque luego no nos hagan ni caso a los guionistas; los guionistas nunca van a ruedas de prensa pero si no hay guion no hay película. Eso es lo más importante, entonces, teníamos esta materia prima y yo he hecho mi trabajo en equipo con Marta y con todo mi equipo, teníamos un vestuario increíble, arte, sonido, directora de foto; todos trabajamos y eso es lo bonito del cine, hay una mirada pero todo trabaja hacia un punto.
Marta: Y a mí me alegra mucho ser actriz para visibilizar más al guionista. En los Goya que se hicieron en Valencia entregué el Goya al Mejor Guion y me hizo mucha ilusión entregarlo como guionista porque me parece que la figura del guionista está más oculta -cada vez menos gracias al sindicato de guionistas- .
Chus: Es verdad que luego un guion puede hacerse de muy diferentes formas. Si lo hacen cinco directoras serán cinco películas con una mirada diferente. Pero lo más importante es la historia.
Y cómo se estructura ese guion.
Chus: Claro, cómo está contado. Cuál es el punto de vista, cuál es la mirada, desde dónde se está contando, desde el humor, desde el miedo, desde el drama…El guion es la película. Siempre digo que si el guion no está bien, la película no va a estar bien.
Billy Wilder lo decía…
Marta: Billy Wilder decía una cosa que a mí me encanta. Le preguntaron: “Usted cree que los directores tendrían que saber escribir” y él dijo: “Bastaría con que supieran leer”. [Risas]
Marta ¿en algún momento te planteaste que fuera otra actriz la que hiciera de protagonista en la película?
Marta: Yo siempre he sido guionista y actriz. De hecho me vine a Madrid para ser actriz, Lo que pasa es que empecé a trabajar en el Club de la Comedia, parece que les gustaba y entonces no me querían soltar de guionista. Pero yo siempre he querido actuar, y de hecho, ahora estoy contenta de haber consolidado la carrera como guionista para poder exigir actuar también. Entonces en todo lo que he escrito he actuado, como las películas con Santiago, y precisamente monté la obra para que la industria me viera como actriz.
Este año pasado se ha hablado mucho del papel destacado de las mujeres en el cine. Chus, tú formas parte de una generación de directoras de los años 90 donde erais minoría (Icíar Bollaín, Isabel Coixet, etc.). ¿Cómo has vivido esa evolución?
Chus: Yo soy una mujer del siglo XX y del siglo XXI. ¿Qué queremos las mujeres? Queremos la igualdad, es obvio. Y la igualdad pasa porque las mujeres puedan contar su visión del mundo. Cuando nosotras empezamos a encontrarnos en el año 2000 en festivales, algunas éramos amigas, mirábamos para atrás y detrás no venía nadie. Nosotras habíamos sido casi una excepción y, de repente, mirabas para atrás y no estaban las jóvenes, no aparecían.
Fundamos CIMA, la asociación de mujeres cineastas. Ahí lo primero que hicimos fue analizar, con un estudio sociológico, dónde estaban las mujeres directoras, guionistas, productoras… Las creadoras, las que mueven los proyectos, las que ponen el punto de vista. Desde el 2006 que se creó CIMA se ha hecho un trabajo increíble y parte de la realidad que estamos viviendo ahora viene de ese trabajo que al principio era muy solitario.
Al final la historia nos ha dado la razón y necesitamos que haya mujeres que nos cuenten el mundo con otro punto de vista. La igualdad es eso, que todos podamos acceder a los mismos puestos, a los mismos trabajos. Pero sigue siendo difícil. Para mí ha sido muy difícil mantener una carrera estable, para las mujeres siempre hay un plus de dificultad. Las mujeres en el poder, y ser una guionista o una directora es estar en el poder, siempre están cuestionadas por muchos motivos.
Pero lo importante es donde estamos y que hemos llegado hasta aquí. Por fin en estos Goya había algo parecido a la paridad, por fin estamos viendo historias contadas desde otra mirada y al final nos enriquece a todos.
Y que llegan comercialmente al espectador…
Marta: Claro, es que es casi ofensivo plantearse que no sea exactamente igual de comercial. Lo comentaba antes, llevo toda la vida escribiendo para hombres. Plantear que el humor tiene sexo es ridículo. Me gusta remarcarlo. Lo bueno de firmar en solitario un guion es que no hay escapatoria, los chistes son de ella me gusten o no. Hay muchas veces que la tendencia es a pensar que si firmas con un hombre, hay un determinado tipo de chistes que se le adjudican a él y en realidad son tuyos y viceversa, es bidireccional, y es absurdo. He escrito con hombres que han hecho los chistes más femeninos que te puedas imaginar y nosotras somos capaces de ponernos en el otro lugar.
Eso es la vigencia de los roles cuando se puede pensar en un humor masculino y otro femenino.
Marta: A mí cuando con las películas de Santiago Segura, que llevamos muchas juntos, me dicen: “Claro, tu pones la parte femenina”. Pues no. Somos dos guionistas escribiendo para hombres y para mujeres, escribiendo personajes masculinos y femeninos, yo no estoy ahí para poner la cuota femenina.
Y ya por último. ¿Cómo fue la experiencia de cortar la Gran Vía para rodar la escena del unicornio, una localización que se corta en contadas ocasiones?
Chus: Fue complicado porque nos pusieron muchísimos problemas y al principio teníamos miedo de no llegar por los tiempos, incluso nos planteamos una opción B como rodar en Cibeles, etc. Pero lo conseguimos e imagínate lo que es cortar la Gran Vía. Además, yo había hecho un corto sobre la Gran Vía que se llamaba Mi primer amanecer y sabía mucho de la Gran Vía porque había investigado. Es una calle que ha tenido como 45 nombres, es una gran calle y tiene una gran historia. Para mí era muy emocionante.
Y aporta mucho contenido a la historia por el valor metafórico, de ensoñación que tiene esa escena.
Marta: Le da una épica… Es muy bonito tener una película donde tenemos una escena icónica para el cine español, independientemente de cómo funcione la película, eso ya lo tenemos.
Escribe Luis Tormo
Artículo publicado originalmente en Encadenados