Entrevista con Nacho G, Velilla, Eva Ugarte y Carlos Librado ‘Nene’ a propósito de Por los pelos. Una historia de autoestima

“La comedia permite formular preguntas”

El director Nacho G. Velilla (Fuera de carta, Perdiendo el norte, Villaviciosa de al lado, No manches Frida) regresa a la gran pantalla con su nueva comedia Por los pelos. Una historia de autoestima, protagonizada por un reparto coral en el que destacan los nombres de Eva Ugarte, Carlos Librado «Nene», Antonio Pagudo, Tomy Aguilera, Amaia Salamanca, Alba Planas, María Hervás, Leo Harlem, Mario Ermito y Jesús Vidal.

Quedarse calvo sigue siendo un trauma para muchos hombres. A nadie le gusta perder el cabello, especialmente en un mundo en el que la superficialidad, la imagen y el marketing son tendencia. La solución a la alopecia, que era algo prohibitivo para muchos, Turquía lo convirtió en accesible para todos con su turismo capilar low cost. Hasta allí viajarán Juanjo, Sebas y Rayco, embarcándose en una aventura en la que descubrirán que su problema no está tanto encima de su cabeza, como dentro de ella.

Por los pelos. Una historia de autoestima es una producción de Microinjerto Producciones AIE, Atresmedia Cine y Felicitas Media, con la participación de Atresmedia, Movistar +, Cosmopolitan, Crea SGR y la producción asociada de Orange.

La distribución corre a cargo de Warner Bros Pictures España, que estrena la película el 12 de agosto de 2022 en salas de cine de España.

Con motivo de su presentación en los cines Kinépolis de Paterna, dentro de la iniciativa los Preestrenos del Festival Antonio Ferrandis, Kinépolis y el Ayuntamiento de Paterna, con la colaboración de Consultia Business Travel; hemos conversado con Nacho G. Velilla y con dos de sus actores, Eva Ugarte y Carlos Librado «Nene», sobre cómo ha sido su participación en Por los pelos. Una historia de autoestima.

Eva Ugarte, Nacho G. Velilla y Carlos Librado ‘Nene’. Foto: Luis Tormo

¿De dónde surge la idea para la película?

Nacho G. Velilla: Surge de la realidad. Casi todas las películas que hago surgen de cosas que observo, de cosas que leo. Hay titulares que me llaman mucho la atención y me pongo a pensar qué hay detrás de ese titular. En este caso fue un titular que era aplastante: “Medio millón de hombres van todos los años a Estambul a hacerse un injerto capilar.

Cuando algo es tan masivo y hace referencia a inseguridades, a una falta de autoestima, intuyes que ahí hay unos conflictos gordos; y esos conflictos tratados a través del filtro de la comedia me parecen muy interesantes.

De ahí surge la idea. Y después se habló con mucha gente que ha pasado por ese proceso para conocer emocionalmente que le había llevado a esa situación.

Tratado de una forma más amable termina emergiendo un tema más complejo.

Nacho: A mí eso me parece muy interesante. La comedia me gusta mucho desde el punto de vista que permite tratar temas que dramáticamente quedarían exagerados. Y a través del drama tienes que afirmar un punto de vista, mientras que la comedia, y es lo que me gusta, formula muchas preguntas. Cuando veo una buena comedia termino preguntándome muchas más cosas de las que normalmente me hace ver un drama. Como guionista y como director es un género que me apasiona me entretiene, y en el fondo, al final pienso: “Esto no era tan gracioso, en el fondo”.

Al final hablar de la calvicie es casi un macguffin para plantear lo realmente importante –el subtítulo de la película– que es el tema de la autoestima.

Eva Ugarte: Un tema básico a tratar porque, además, estamos en un momento en que cada vez hay más visibilidad, cada vez estamos más expuestos no solo los que nos dedicamos a los medios de comunicación, sino toda la gente a través de las redes sociales. Y eso hace que surjan las comparaciones, que surjan más complejos… Por lo que creo que es justo y necesario abordar este tema.

Eva Ugarte y Carlos Librado ‘Nene’. Foto: Luis Tormo

Nacho es un director especialista en comedia. Vosotros como actores notáis a la hora de la dirección esa especialización al rodar la película.

Carlos Librado ‘Nene’: Sí, claro que se nota. Se nota en el tempo, en el ritmo que llevan las escenas, se nota porque se sabe el lugar en que tiene que ir el gag, en que momento justo. Eso es importante porque la comedia tiene una métrica, unas herramientas que hay que utilizar de una manera exquisita para que el gag funcione.

La comedia tiene que un ritmo que se tiene que mantener a lo largo de todo el metraje y el gag tiene el riesgo de no llegar o pasarte.

Carlos: Eso es. Por eso cuando trabajas con un director experto en ese género, hay menos lugar para las dudas como actor.

¿Cómo es el proceso de traslación del guion escrito al proceso de rodaje? ¿Ensayas con los actores? ¿Introduces cambios?

Nacho: Me gusta establecer con los actores, inicialmente, un diálogo sobre qué historia vamos a contar y cómo lo queremos contar. En ese diálogo se establece el punto de vista. Por ejemplo en la escena de la masturbación con el personaje de Eva y su marido lo hubiéramos podido llevar a tope de comedia pero hubiéramos perdido el trasfondo de la pareja y lo que está pasando en esos momentos. Todo eso son las preguntas que yo me hago como director y que voy compartiendo durante el proceso de ensayos.

En ese proceso de ensayos vamos dando el tono de la comedia, Para mí la comedia es muy complicada porque tiene muchos subgéneros; podíamos hacer una parodia, podíamos hacer una comedia social, una comedia más íntima, una comedia de sentimientos, etc. Y en esos momentos de ensayos, que yo suelo hacer entre un mes o dos de duración, es donde van surgiendo cosas, junto con mis coguionistas, y vamos viendo qué cosas tenemos que retocar.

Es como llegar al acuerdo de qué vamos a contar y cómo lo vamos a contar, para que luego, cuando llegamos al set, todo fluya de una forma muy orgánica. Hacer una comedia sin ensayos igual es posible hacerla, pero yo no sé cómo.

Carlos, tú eres conocido por tus papeles más dramáticos como la trilogía de El guardián invisible o la serie Gigantes, pero empezaste tu carrera con la comedia con los monólogos. ¿Cómo te sientes en este terreno más cómico?

Carlos: Encantado. Como decías, antes de hacer ficción empecé con la comedia hace más de dieciséis años. Creo que el ritmo de los gags lo tengo más que pillado. Es un género que me siento muy cómodo porque lo vengo haciendo desde la primera vez que me subí a un escenario, incluso siendo más joven, en los grupos de teatro en los que participaba casi siempre era con comedias.

Me gusta tener la oportunidad y la suerte de combinar géneros pero cuando hago comedia siento que algo se relaja en mí, aunque siempre hay que currarse el personaje, el ritmo cómico lo tengo y con las indicaciones del director es suficiente.

Y Eva, llevas en la comedia desde siempre y este año estás encadenando comedias una detrás de otra como El juego de las llaves, Mamá no enRedes y ahora esta película. Eres también una especialista.

Eva: La comedia me llama desde muy pequeña. Tuve la suerte de que en mi colegio el teatro era algo importante, teníamos una asignatura de dramatización, luego cuando llegabas a los 14 ó 15 años se hacían dos obras de teatro, y fui destacando en comedia. Había como algo que para mí surgía fácil. Y siempre he observado mi entorno, mi familia, y hemos valorado las risas, las bromas, siempre he vibrado en comedia.

Y luego, estudiando en la RESAD [Real Escuela Superior de Arte Dramático] me acuerdo que era algo así como: “¡Es que no me toman en serio!”. Y cuando más seria me ponía… recuerdo un Romeo y Julieta y la gente llorando de risa.

La verdad es que me lo paso muy bien, me encanta la comedia, Evidentemente, como actriz, soy una curiosa pero a veces, cuando me he puesto más intensa, te das cuenta también que la comedia es un poco lo que estábamos hablando antes, hay que dar una vuelta más; y a veces, para que se rían, el sufrimiento hay veces que tiene que ser superior a un drama. Y dar la vuelta a las cosas es algo que siempre me ha interesado mucho.

Eva Ugarte, Nacho G. Velilla y Carlos Librado ‘Nene’. Foto: Eduardo Llorente /Inédito Films

Incluso en esta comedia hay personajes oscuros. A veces esa distinción entre comedia, como algo fácil, y drama como un ejercicio intenso, es falso.

Eva: Sí, parece como que no te lo estás tomando en serio. Y trabajando con Nacho, como él dice, se toma la comedia muy en serio. Es como un director de orquesta que lo tiene claro y que te explica el vehículo para llegar porque la estructura está muy clara. Creo que estamos en un país donde la comedia destaca mucho y la calidad es el gran debate.

Nacho: Hay un especie de complejo con la comedia que nunca lo he entendido. Todos los implicados en una comedia, desde el guion pasando por la dirección y la interpretación, sabemos lo complicado que es hacerlo. Y sabemos que es muy difícil encontrar especialistas en el género.

El ejemplo lo tengo cuando me llamaron de EE.UU. para empezar a hacer comedia para ellos, el director del estudio, uno de los grandes estudios de Hollywood, me decía: “Es que no tenemos buenos directores de comedia” porque yo pensaba: “Cómo llamáis a un español para venir aquí”. Y te das cuenta que debe ser muy complicado hacerlo cuando desde la meca del cine tienen que estar buscando fuera.

En este país hemos tenido excelentes directores de comedia, excelentes guionistas y excelentes intérpretes, yo creo que todavía no lo hemos valorado. Siempre digo que la comedia se valora veinticinco años después.

Y es un lenguaje universal porque tú has rodado en México No manches Frida, que luego tuvo una segunda parte, y ambas películas han tenido un éxito descomunal en taquilla.

Nacho: Sí. Iba con miedo por aquello que se dice de que la comedia es muy local y, al final, te das cuenta de que hay un sentimiento universal. Si que es verdad que yo estuve mirando películas para entender un poco pero luego me di cuenta de que tenía que utilizar la misma intuición de aquí, allí; y no varié mucho mi forma de trabajar, Y afortunadamente funcionó muy bien.

Tus películas han sido de las más taquilleras. Villaviciosa de al lado y Perdiendo el norte superan los 10 millones de euros de recaudación. Desde ese punto de vista de éxito en taquilla como ves la actual situación del cine español donde únicamente Santiago Segura es capaz de llegar a las cifras de antes.

Nacho: Es un momento complicado porque muchas de las cosas que tenían que pasar en diez años han pasado en dos. Las salas se han resentido de una forma muy rápida. Tengo la esperanza de que para cierto cine se van a recuperar también de una forma muy rápida como ha pasado con Santiago porque hay géneros que no es lo mismo verlo en casa que en una sala con doscientas personas. Sigue habiendo géneros que van a demandar la sala. O ese efecto social de salir al cine y pasártelo bien, va a seguir existiendo.

Nos han dado un bofetón con la pandemia, pero en cuanto hay una película que la gente la disfruta, van a ir a verla. Lo que tenemos que hacer es hacer cine para que la gente lo disfrute. Cuando hay algo bueno, que quiero ver, voy a la sala.

Carlos: Yo soy más pesimista pero me quedo totalmente con el optimismo de Nacho.

Nacho: Yo veo lo más inmediato. Santiago ha vuelto a llenar las salas y mañana lo hará otra película. Creo que hay películas que son para disfrutar en cine. Si que es verdad que hay una clase de cine que acudes a una plataforma. Pero ha ocurrido muchas veces; cuando nació la televisión, cambió la forma de ver contenidos. Van ocurriendo nuevas formas de ver contenidos y nos tendremos que adaptar; cuando nació la televisión no desapareció la radio o el cine. Con las plataformas no desaparecerán las salas, quizá serán menos los elegidos…

Eva: Y en las crisis nos hacemos más fuertes. Es una cosa positiva. Creo que se ha producido mucho, se han hecho muchas cosas y se ha puesto más talento; y eso al final acabará incitando a la gente a acudir a las salas con ese punto romántico que tiene el cine. Los teatros se han vuelto a llenar.

Nacho: Y la gente joven sigue yendo al cine. Otra cosa es que están centrándose en las películas de Marvel. Pero ahí está la inteligencia de que nosotros hagamos algo que les interese. Yo eso lo he vivido, cuando empecé en televisión, lo que se veía era Starsky y Hutch; y de pronto apareció Médico de familia, Farmacia de guardia, y se empezaron a ver series españolas. Y cuando empecé a hacer cine, veníamos de una época muy dura, nos habíamos pasado de intensos y habíamos echado al género de las salas y le habíamos regalado el entretenimiento al cine norteamericano, no hacíamos comedia, no hacíamos terror, no hacíamos género; recuperamos la comedia, el terror, y como somos buenos haciendo eso, la gente volvió al cine. Tendremos que ver el proceso de qué quiere ver la gente porque si no lo hacemos, otros aprovecharán el hueco.

Escribe Luis Tormo

Artículo publicado originalmente en Encadenados

Carlos Librado ‘Nene’, Luis Tormo, Eva Ugarte y Nacho G. Velilla

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