Entrevista con el actor Jan Cornet

«Hay que hacer trabajar la imaginación del espectador»

El actor Jan Cornet, premiado con el Goya al Mejor Actor Revelación en 2012 por La piel que habito de Pedro Almodóvar, lleva una trayectoria sólida desde que debutó en el cine con La noche del hermano (2005, Santiago García de Leániz). Actualmente lo podemos ver cada semana en la tercera temporada de Estoy vivo, la serie de Televisión Española.

En su filmografía cuanta con todo tipo de películas, tanto a nivel nacional como internacional, dirigidas por nombres como Kevin Reynolds, Roger Gual, el mencionado Almodóvar, Roland Joffé, Javier Fesser o Rodrigo Cortés.

Dentro de las actividades del la IV edición del Festival de Cine Antonio Ferrandis de Paterna tuvo lugar la proyección de El desentierro (2018), el filme dirigido por Nacho Ruipérez que el año pasado triunfó en los premios de la Academia Valenciana del Audiovisual. En este encuentro, al que acudieron actores y miembros del equipo técnico del filme, pudimos hablar con Jan Cornet de su participación en esta película y de la evolución de su carrera como actor.

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El desentierro es una película que tuvo un proceso largo de elaboración con diferentes versiones de guión que fueron modulando el filme en el sentido que Nacho Ruipérez quería para contar la historia que juega con diferentes épocas. ¿Cómo afrontas este proceso más largo? ¿Te permite trabajar más a fondo el personaje?

Siempre digo que cuando esos cambios no son gratuitos, que el director no sepa qué hacer con la película creo que es muy positivo. Con Nacho el objetivo era que el guión creciera y es difícil encontrar un director que esté tan volcado como estuvo Nacho con la película.

Yo ya llevo unas cuantas películas y creo que es la vez que teníamos más versiones de guión, casi cada día; para mí, artísticamente, fue una maravilla porque todo sumaba y había una confianza total con el director. Lo que le comentaba lo escuchaba siempre, con humildad para cambiar algo, y también marcando el límite cuando hay que decir que no. Fue un tándem que yo lo viví creativamente de una forma muy satisfactoria.

La película tiene un casting muy amplio, pero en El desentierro, a pesar de la gran cantidad de personajes que salen en pantalla, desarrollas tu papel junto al personaje de tu primo en la ficción, encarnado por Michel Noher. Para conseguir un buen trabajo es necesario que se establezca una complicidad con los otros actores, ¿no?

No hay un método para trabajar. El método es que tú estés ahí, estés vivo y hagas trabajar la imaginación del espectador. En ese sentido, Michel y yo trabajamos de una forma parecida poniendo nuestra parte personal, no solo en la ficción, sino también fuera del rodaje para conocernos. Tuvimos mucha confianza.

Es de las cosas que más me gusta del trabajo pues se ve que hay una relación de primos. Se nota las dos o tres semanas que estuvimos trabajando antes, juntos, realizando ejercicios que no tenían que ver con las escenas pero que luego ayudan para el resultado final.

También te digo que a lo mejor no te llevas bien con un actor y, sin embargo, después consigues un trabajo estupendo. Nunca se sabe. En el caso de El desentierro fue así, conociéndonos como amigos, y todavía seguimos en contacto cuando rueda por Madrid. De alguna manera, estos lazos es una de las razones por lo que me dedico a actuar. Es lo bonito del cine, pues el trabajo es muy intenso.

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Una imagen de El desentierro

Hace años los rodajes solían estar centralizados en Madrid y Barcelona. Ahora se está extendiendo las localizaciones de películas y series de televisión. ¿Cómo fue la experiencia de rodar en Valencia, en el entorno de la Albufera donde el paisaje tiene sentido?

Sí, el paisaje es uno de los protagonistas. Rodar en la Albufera fue una maravilla, quiero rodar muchas pelis en Valencia porque es muy cómodo para el actor. Madrid y Barcelona lo hemos visto en el cine español y cuando se elige otro sitio supone un poco de aire fresco para la imaginación. La imaginación tiene que ver con la atmósfera, con los paisajes; si ya lo has visto es más difícil despertar ese sentimiento.

La Albufera era parte de esta historia. Nacho rodó la película en dos partes. Una cuando los arrozales no estaban segados, pues para una parte de la película él quería contar ese fragmento de esa forma. Era un elemento del guión, formaba parte de la historia. Y eso se ve, es un elemento más.

Jan, tienes una carrera ya dilatada. El hecho de recibir el premio al Mejor Actor Revelación en los Goya e incluso esa etiqueta de «chico Almodóvar» fue un impulso o, por el contrario, llevas una carrera de corredor de fondo construyendo una filmografía película tras película.

Yo creo que son ambas. Por un lado, es inevitable que Almodóvar y el Goya te sitúen en primera línea; muchas películas las he hecho porque me han visto precisamente en la película de Almodóvar. Te abre puertas aquí y en el extranjero también.

Cuando estás en los EE.UU. únicamente para entrar con un representante o hablar con un productor, el hecho de que hayas hecho una película con Almodóvar y que tú hayas ganado un Goya ya te abre la puerta.

Ahí es muy difícil y, al contrario que en España, cuando ganas un premio, quizá sea por el concepto de industria, allí es importante: cuando ganas o cuando estás nominado. Hay mucha relación entre los premios y el prestigio; en ese sentido, sí que abre muchísimas puertas.

Por otro lado, en España ahora se está abriendo una posibilidad con las series y con las plataformas de participar en muchos proyectos. En España no había mucha industria, hay películas. Sí que es verdad que yo he trabajado siempre y he tenido una carrera, quizá sí, de corredor de fondo. También el tipo de personajes que normalmente hago son personajes no tan comunes, con una sensibilidad distinta, más peculiares y no hay tantos de esas características.

Resumiendo, es una mezcla de todo, pero sin duda trabajar con Almodóvar y que te den un premio como el Goya ya no solo es una alegría personal sino también profesional.

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Y ahora que has hablado de series. Estás en la tercera temporada de Estoy vivo, una con mucha repercusión y éxito que me imagino te pone también en el mapa. ¿Cómo es la experiencia de trabajar en una serie de estas características?

Es fantástico. He hecho tele, pero creo que más cine que televisión.

Pero has hecho bastante televisión…

He hecho la serie de El barco hace tiempo y la primera serie que hice fue Motivos personales, pero después estoy en el cine, donde creo que llevo 20 películas.

Para mí, la televisión está siendo muy buena experiencia; y más en esta serie que es la tercera temporada y hay un equipo fantástico y que está muy rodado. La televisión —ahora que es un producto muy cuidado, con unos tiempos que pueden ser semejantes a los de cine— te permite como actor que el desarrollo del personaje, el arco del personaje, tenga más recorrido, te da unos matices a lo largo de 8 ó 13 capítulos, más amplio que el cine, donde todo está más condensado.

Me lo estoy pasando muy bien trabajando con los compañeros. No había trabajado nunca con Javier Gutiérrez y es una maravilla como actor y como persona.

Escribe Luis Tormo

Artículo publicado originalmente en Encadenados

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