Ernesto Sevilla, María Botto y Joaquín Mazón nos hablan de «La Navidad en sus manos»

El reto consistía en que la película se acercase también a los adultos

Joaquín Mazón

La nueva comedia navideña que llega a los cines el 1 de diciembre lleva por título La  Navidad en sus manos. Dirigida por Joaquín Mazón (Cuerpo de élite, La vida padre, De perdidos a Río), la película está protagonizada por Ernesto Sevilla, Santiago Segura, María Botto, Pablo Chiapella y Unax Hayden. Papá Noel (Santiago Segura)  no puede acudir a su cita navideña con los niños y tendrá que ser Salva (Ernesto Sevilla), un buscavidas que vende piezas robadas de coches y que descuida a su hijo (Unax Hayden), quien le sustituya, lo que provocará todas las situaciones cómicas.

La Navidad en sus manos es una producción de La Navidad en sus manos AIE, Nadie es perfecto, Esto también pasará Producciones y Bowfinger International Pictures, en coproducción con SDB FILMS, en asociación con BTF Media, AF Films y Mogambo, con la participación de Movistar Plus+ y Crea SGR. La película está distribuida por A Contracorriente Films.

A través de la iniciativa Los Preestrenos del Festival Antonio Ferrandis, Kinepolis y el Ayuntamiento de Paterna, con el apoyo de Consultia Business Travel, hemos hablado con el director Joaquín Mazón, y con dos de sus protagonistas, Ernesto Sevilla y María Botto, sobre La Navidad en sus manos, una película que a pesar de dirigirse a un público infantil tiene algún toque gamberro y, dentro de la fantasía es capaz de conectar con la realidad, para acercarse al mundo adulto.

María Botto, Joaquín Mazón y Ernesto Sevilla en la presentación de La Navidad en sus manos. Foto: Luis Tormo

Todos vosotros conocéis el género de la comedia pero en este caso es una película navideña con un enfoque infantil. ¿Cómo ha sido la experiencia de dirigiros a ese tipo de público?

Joaquín Mazón: Ha sido un reto, porque yo nunca había hecho una cosa así. Hemos disfrutado mucho, había días de rodaje que decíamos: “¡Qué bien lo estamos pasando!”, pero el reto consistía en que la película se acercase también a los adultos. Entonces  hay una mezcla interesante ahí, donde yo me he sentido muy cómodo y donde hemos tenido mucha fortuna con un reparto como el que tenemos, que esto se dice siempre, pero es que es de verdad, ha sido increíble, tanto con Santiago Segura, Pablo Chiapella, Ernesto Sevilla y María Botto, como con los niños que son inteligentes, cariñosos. Todo eso creo que es una suerte. Los dioses del cine nos dicen: “Te vamos a regalar una peli que vas a estar muy feliz y muy cómodo”. Y así ha sido.

Ernesto Sevilla: El humor blanco y la comedia blanca de este estilo tiene una ventaja: genera menos discusión en el equipo que otro tipo de comedias. Yo he hecho películas que tenían un aire más macarra o canalla que juegan más con el límite del humor y siempre hay algunos chistes que generan discusión en el propio equipo en plan: “Creo que aquí nos estamos pasando, a mí me ofende un poco”. Pero el humor blanco genera menos discusión, está como todo más claro.

Comentabais que se buscaba también que gustara al público adulto. En ese sentido, siempre dentro de ese humor blanco, hay algún tono gamberro como el personaje de María con el parche y su actitud, los niños malvados o el uso de la canción de Pimpinela.  Porque el riesgo de estas películas es exagerar el tono edulcorado.

Joaquín: Sí, es verdad, muy limpio, muy blanco, pero que también juega con cierto tono macarra. Sí, está muy balanceado, no empalaga. El otro día hablábamos de eso, y creo que ahí es donde también nos hemos sentido cómodos, de repente cuando había algo que se acercaba demasiado a algo muy dulce decíamos: “¡Uy!”, saltaba como una alerta. Me gusta que lo digas porque es una película divertida, de aventuras, mágica, pero muy gamberra, ¿no? Me ha parecido que ese era un tono que estaba bien.

Siendo una película que tiene un mensaje sencillo que gira en torno a la solidaridad en Navidad, también aprovecháis para dejar algunas pildoritas sobre el medio ambiente (la polución), el valor de la sanidad pública o el bullying. ¿Había interés por aterrizar la fantasía a la realidad?

Joaquín: Hay una cosa que leí a Berlanga, decía que lo que hay que hacer es contar la situación que estás viviendo, en el cine. Entonces, no lo considero como una crítica sino que estás contando la realidad del día a día.

La sanidad pública está en boca de todos y es algo que es para reivindicar, pero en la película se hace, de hecho, de una manera maravillosa, a través de María, que se le ve saturada, y además, ella dijo una cosa y creo que lo mejor es que lo cuente ella, que cuente como apareció el parche.

Y luego el bullying también está ahí. El acoso escolar. Son cosas que no se meten como crítica sino que son temas de la realidad, del día a día. Y eso me parece que era importante.

Cuenta lo del parche, María

María Botto: Bueno, lo del parche surgió porque mi personaje, Pilar, es una enfermera que está saturada, tiene muchísimo trabajo, aparte de ser muy responsable, pero está muy saturada debido a la acumulación de trabajo. Y bueno, se nos ocurrió preguntarnos: “¿Qué pasaría si aparte de estar tan saturada, no ve la mitad de las cosas? Y el resultado es que el nivel de saturación es mucho mayor, por eso va tropezando, tiene tanto que hacer que no ve la mitad y se le viene todo encima.

Salió leyendo el guion. Llamé a Joaquín y le dije: ¿Qué pasaría si fuera tuerta? Son cosas que se generan y luego terminan siendo divertidas en el rodaje, ¿no?

Joaquín: Tengo que decir, en favor de María, que ni Santiago, ni yo, y hablo por Ernesto también, estábamos muy convencidos de que eso fuese a funcionar. Y de repente cuando vimos la película dije: “¡Pero qué bien está esto, María!”

Es un guion que no escribes tú. ¿Cómo ha sido el rodaje? ¿Qué cosas se han incorporado durante ese proceso?

Joaquín: Bueno, el guión tenía una premisa que estaba muy bien que era: ¿Qué pasaría si Papá Noel se estrellara en La Cibeles? Había una estructura que estaba bien en cuanto a qué historia queríamos contar, pero he de decir que ellos, los actores, tanto Santiago, como Pablo, como Ernesto, como María, han hecho que ese guion crezca y, de hecho, muchas de las cosas tan divertidas que hay en la película son producto del trabajo,  de jugar como niños durante el rodaje.

El hacer una película tan blanca nos permitía también ser un poco gamberretes durante el rodaje, ¿no? Y hacer cosas que no estaban previstas como el parche de María, Pablo Chiapella propuso lo del brazo caído. Al final es un trabajo de todos, ¿no? De una base muy buena que parte de los guionistas,  Daniel Monedero y Fran Arnal, luego viene el trabajo de los actores que han ido haciendo que la película tenga el corazón que tiene.

Ernesto Sevilla: Sí, trabajar con Joaquín te permite eso porque  él te da mucho  carrete. Le gusta que propongas cosas, entonces el guion nos ha servido de una guía práctica y luego hemos añadido estas cosas.

Un momento de la entrevista con los protagonistas de La Navidad en tus manos, Foto: Javier Caro/La Batidora Cultural

Creo que en cine es uno de tus papeles más largos, con una mayor presencia en la pantalla. ¿Cómo ha sido esa experiencia de asumir ese protagonismo

Ernesto: Ha sido un reto porque es un protagonista total. Estaba presente en casi toda la película y tenía un arco muy bien definido. Antes yo había hecho personajes no tan protagonistas, personajes que se quedaban como estaban en el primer acto.

Pero aquí es un golfo que se transforma, que se convierte en mejor persona. Yo había hecho muchos golfos y punto. Y se quedaban ahí. Entonces ha sido todo un reto, sí.

 Y tú, María, tienes un papel más reducido, pero que es muy visible en la pantalla. Quizás por todo ese revestimiento y el personaje de enfermera un tanto déspota. ¿No?

María: A mí me encanta trabajar con Joaquín. En De perdidos a Río ya lo disfrute muchísimo. Porque no solo es que deje que puedas proponer cosas sino que se arriesga muchísimo. Que hay veces que hay una escena que no está en guion y él se lanza. No tiene miedo. Y un director que no tiene miedo es muy peligroso porque puedes hacer… O sea, está abierto a maravillarse y a maravillarte y a hacer genialidades.

Ernesto, el año pasado dirigiste tu primera película, Camera Café. Como actor, el hecho de haber dirigido una película, situarte detrás de la cámara, ¿te ha dado algún tipo de experiencia añadida?

Ernesto Sevilla: Bueno, creo que actuar te hace mejor director. A mí, actuar, me ayuda para dirigir mejor. Porque normalmente intentas hacer aquello que ya sabes que no te gusta que te hagan a ti. Cuando estás dirigiendo, ya sabes lo que no tienes que decirle a un actor, porque antes has sido actor.

Pero al contrario, no. Yo cuando me dedico a actuar, actúo y punto. Procuro no meterme en cosas que no me llaman.

María, se acaba de estrenar la serie El otro lado, una serie que viene precedida de buenas críticas, con altas expectativas. ¿Qué esperas de ese papel?

María: Sobre todo espero que la gente la vea. Para mí, trabajar con Javier Caldera y Alberto del Toro es un regalo, los admiro muchísimo y siempre es muy especial para mí. Esta es la primera que vez que coincido con Berto Romero y ha sido un placer, mucho más que un placer, no puedo describir todo lo que fue de aprendizaje, de entrega. Creo que los resultados ya se están viendo en los anuncios de las candidaturas para los premios Feroz y espero que se lleve muchísimos premios.

Y ya para terminar. ¿Proyectos que nos podáis comentar?

Joaquín: Yo lo que espero es que La Navidad en sus manos funcione muy bien y que hagamos juntos una secuela de esta película. Claro. Y ya está lo que podemos leer de momento. Estoy escribiendo un guión desde hace un año más o menos. Y espero en 2025 o 2026 llevarla a cabo.

Ernesto: Yo el año que viene espero que hagamos la secuela de esta película. Y después de verano espero volver a dirigir otra película.

Escribe Luis Tormo

María Botto, Luis Tormo, Ernesto Sevilla y Joaquín Mazón

Artículo publicado originalmente en Encadenados

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