Prime Video presenta su primer proyecto largometraje original español Mañana es hoy. Dirigido por Nacho G. Velilla (Fuera de carta, Villaviciosa de al lado, Que se mueran los feos, Perdiendo el Norte, etc.), la película es una comedia con tintes de ciencia ficción, protagonizada por Carmen Machi y Javier Gutiérrez; completan el reparto Carla Díaz, Asier Ricarte, Silvia Abril, Pepón Nieto, Gabriel Guevara, Antonia San Juan, Aixa Villagran, Antonio Pagudo y Mina El Hammani.
Mañana es hoy es una producción de Felicitas Media para Prime Video y, además de Nacho G. Velilla, firman el guion Oriol Capel y David Sánchez. La película se estrena el 2 de diciembre en exclusiva en Prime Video y llegará a más de 240 países y territorios.
Con motivo de su estreno Nacho G. Velilla y su actriz principal, Carmen Machi, nos cuentan diferentes aspectos sobre esta producción.
¿Cómo surge la idea de la película en esa especie de remember de las películas de los 80 tipo Regreso al futuro?
Nacho G. Velilla: De eso mismo. Del Nacho adolescente espectador que se divertía mucho, que se entretenía con este tipo de cine y siempre tienes el ansia de ese cine que has disfrutado en tu adolescencia, como espectador puro porque todavía no has entrado a ver cosas más complejas, poder hacerlo algún día, hacer algo así.
Eran películas que tenían muchos condimentos, muchos elementos, que aspiraban al entretenimiento, a hacer historias divertidas, con elementos de comedia, pero que no tenían solo eso, iban un poquito más allá; te contaban historias que te tocaban, que podían tener un tinte dramático, con ciencia ficción y aventuras.
Viene de consumir ese cine y de los anhelos de algún día poder hacerlo. Lo que pasa es que son proyectos complejos de producción, de tener un casting adecuado, etc. Me ha costado muchos años poder sacarlo adelante.
En estas películas de ciencia ficción es importante que la ficción sea creíble. ¿Le disteis muchas vueltas a la estructura de la película hasta que encontrasteis ese elemento?
Nacho: Los guiones los trabajamos mucho y hacemos muchas versiones, parece que somos unos infelices porque nunca terminamos de concretar, y en éste ha sido especialmente complicado porque nosotros estamos habituados a desarrollar comedias puras donde contralábamos todos los mecanismos. Y de pronto, cuando empiezas a meter estos elementos diferentes, donde en una misma escena los personajes pasan de una situación cómica a un giro dramático o que termine con un gancho de suspense, no es lo mismo.
Lo trabajamos y lo discutimos mucho para ver cuál era la fórmula. Es un proceso largo, lleno de dudas, pero a la vez, también es satisfactorio meterte por caminos que no conoces.
¿Carmen, cuándo te incorporas al proyecto? ¿Lees el guion? Al margen de que vosotros tenéis una relación profesional en la que habéis trabajado juntos en muchísimas ocasiones.
Carmen Machi: Tengo una fea costumbre. A mí Nacho me dice “Tengo un proyecto y hay un personaje para ti” y yo ni me lo leo, creo que no lo hago con nadie. Tengo una fe ciega en él y sé cómo trabaja, me gusta, le admiro y voy con él donde quiera. Entonces, ni me lo planteo.
Pero es verdad que él me hablaba mucho de este proyecto. Creo que al principio no me decía que yo estaba en el proyecto, me hablaba de lo que tenía entre manos. Me decía que tenía un proyecto muy ambicioso, muy personal, que tenía muchas ganas de sacarlo adelante.
Yo sabía de la película antes de decirme que había pensado en mí para que la mujer fuera yo. Siempre contándome quien era su ideal para el personaje masculino, que era Javier Gutiérrez. Me parecía que estaba tan emocionado con ese proyecto al que le daba muchas vueltas y lo retrasaba… Yo no sé si lo retrasaba por otras cosas o por miedo porque siempre decía: “Me falta algo…”, eso es lo que yo recuerdo, entonces estaba tan involucrada en el proyecto desde hace tanto tiempo.
Y luego leí el guion, casi antes de rodar, cuando ya me dijo que tiraba para adelante, y reconozco mucho su escritura y la de sus colaboradores, y es verdad que había algo más. Él siempre lo carga de emotividad pero había ese algo más, y ese algo más que está en la película, no bastaba con leerlo.
Creo que la diferencia con otros guiones de Nacho es que en los otros, según los lees, ves la peli; y aquí no la ves del todo. La parte que está en tu cabeza se completa con la parte visual. Por eso él decía que la película tenía una envergadura y unos requisitos que no eran fáciles.
Dentro de la comedia que se deriva de las diferencias entre las épocas, hay también un espacio para el drama con temas como la nostalgia del paso del tiempo, la muerte, la situación de la mujer, etc.
Nacho: Nosotros teníamos claro que la premisa fantástica, de la ciencia ficción, era un Macguffin para contar una historia con cosas muy próximas, cosas que nos podían tocar a todos. Hay reflexiones del tipo qué hubiera hecho si supiera algo, qué le hubiera dicho, o qué no le dije, etc. Eso nos pasa a todos, son las segundas oportunidades.
Todo eso es lo que se transmite en la película, pero tampoco quería que dejara de ser un entretenimiento. Me gustan esas películas que son fábulas humanistas, pero ya desde las que hacía Capra con ¡Qué bello es vivir! donde sale James Stewart como entretenimiento pero cuando termina ese entretenimiento dices: “¡Una segunda oportunidad en la vida, qué bonito!, pero no te lo sirven como un debate sino como un entretenimiento con ese condimento.
Y por eso nos costaba tanto el guion, por no ser obvios, por no ser evidentes; queríamos que eso existiera pero que existiera dentro de un entretenimiento. El ser sutil a veces es mucho más complicado que el ser obvio.
El personaje que interpretas recoge esa diferencia entre épocas, esa segunda oportunidad, y es consciente de los cambios que para una mujer supone de pasar de una vida tradicional a la posibilidad de trabajar y llevar las riendas de su vida.
Carmen: Fíjate que yo creo que hay algo que tiene que es mucho más profundo que todo eso que es evidente que está. Y es que esta mujer es consciente de la pérdida, eso es lo que le hace caminar hacia delante; hay que seguir hacia delante, no quedarse estancado y poder superar esos cambios tan abruptos, ese cambio tan radical, pero lo es porque minutos antes tenía algo que ahora ya no tiene.
Y me parece maravillosa su capacidad para adaptarse, se adapta tan bien que es capaz de caminar hacia adelante, cómo maneja los hilos de una situación. Eso es una madre, una madre de los 90. Y me gusta mucho como se trata toda la memoria sensorial, el pop, esa música que te recuerda a alguien, esa canción de Héroes del Silencio. Eso nos pasa en la vida, esa nostalgia, esos tiempos que no volverán.
Es importante el cambio que supone para la mujer, pero el cambio con toda esa situación. Creo que es muy difícil y está conseguido en el relato.
Nacho: Y me di cuenta a través de las actrices jóvenes que ellas no se habían dado cuenta de lo que había cambiado el papel de la mujer en un tiempo record en España. No te hablo de treinta años, la frase “Mujer tenías que ser” hace diez años era día a día… El cambio ha sido tan radical del papel de la mujer que apetecía contarlo de una forma cotidiana.
Me llamaba la atención, nosotros ya teníamos unos años y debatíamos sobre eso, pero los actores y actrices jóvenes se quedaban un poco perplejos diciendo: “¿Pero esto era así?”. Una mujer como Pilar [el personaje que interpreta Carmen Machi] habla por primera vez de sexo con unas amigas, el Satisfayer, el clítoris… Hace treinta años eso no era común. Podía serlo en un círculo determinado, pero en la población en general las mujeres no hablaban de sexo con las amigas. Y ahora es algo tan normal que los jóvenes a lo mejor piensan: ¿Pero qué hacéis los boomers enseñando esto?” Pues es que vivimos esa época.
Creo que, tanto en el guion como con la actuación de Carmen Machi y Javier Gutiérrez, habéis compuesto el típico matrimonio del cine clásico español, incluso hay un guiño a Gracita Morales, el personaje de José Luis que remite José Luis López Vázquez, etc. Que igual los jóvenes dicen quién es Gracita Morales…
Carmen: Yo cuando lo leí dije: “Nacho, ¿me vas a hacer que haga esto?” [risas]. Cuando puse esa voz, los actores que hacen de mis hijos, Carla y Asier, me miraron con una cara…
Es un guiño para los mayores
Nacho: Es un guiño de la cultura popular en España. Para mí José Luis López Vázquez es un genio. Es intencionado porque probablemente hay cosas de la cultura popular que hay que destacar como se destacan en otros países, en EE.UU o Francia la cultura popular es un estandarte.
Esta película es el primer proyecto para Prime Video España. No se estrena en salas de cine y pasa directamente a la plataforma. En cuanto a la forma que está concebida ¿consideraste el hecho de que su destino era su pase en plataformas y no en cine?
Nacho: No, sinceramente esta película la concebí como una gran producción para hacerla en grande y no creo que una plataforma la haga pequeña. Sí que tienes ese punto romántico de me gustaría verla en cine, y de hecho estos pases que estamos haciendo es para disfrutarla en cine, pero luego las plataformas tienen que hoy esta película se puede ver en 240 países y territorios a la vez que estamos estrenando en España; desde que la terminamos llevan tres meses doblándola y subtitulándola. Esto es algo que para mí le da un valor añadido.
Siempre la he pensado en grande, como una gran producción, y no he hecho un tratamiento visual diferente.
¿Y vuestra experiencia de rodar en la Vila Joiosa, aquí en la Comunitat Valenciana?
Nacho: Fantástico porque estaba preocupado por encontrar ese pueblo que luego lo pudieras transformar, un pueblo que cuando estuvieras en el 91 tuviera algo identificativo como son esas casas de colores y que en 2022 se pudiera hacer ese digital que hemos hecho, esa especie de Benidorm añadido. Estuvo muy bien y pillamos un tiempo maravilloso.
Escribe Luis Tormo
Artículo publicado originalmente en Encadenados