Paco León y Leonor Watling han estado presentando la película No mires a los ojos de Félix Viscarret, basada en la novela Desde la sombra de Juan José Millás, en los cines Kinepolis de Valencia en el marco de los Preestrenos del Festival Antonio Ferrandis.
Paco León interpreta a Damián, un hombre que acaba de ser despedido tras 20 años trabajando en la misma empresa. Su reacción, furiosa y un tanto violenta, le lleva a salir corriendo para escapar de su jefe y a esconderse de él en el primer sitio que encuentra: un armario cargado en una furgoneta. El armario con Damián dentro es entregado en casa de Lucía (Leonor Watling) y Fede, una pareja que vive con su hija adolescente, María. Esa misma noche, un impulso inesperado lleva a Damián a quedarse con la familia para convertirse en una misteriosa presencia que observará y se moverá desde la sombra.
Completan el reparto Alex Brendemühl, Susana Abaitua, María Romanillos, Marcos Ruiz y Juan Diego Botto. Distribuida por Universal Pictures International Spain, la película llega a los cines el 4 de noviembre.
Con sus dos protagonistas hemos hablado de la adaptación literaria al cine y de la complejidad de interpretar a unos personajes solitarios, extraños, que se mueven entre la ficción y la realidad del universo imaginativo que propone No mires a los ojos.

No mires a los ojos está basada en la novela de Juan José Millás. ¿El hecho de disponer del libro os ayuda a crear los personajes o preferís centraros únicamente en el guion?
Leonor Watling: La leí luego. Pero no hacía falta porque lo necesario para hacer la película está en el guion y está en Félix [Viscarret] que sabe lo que quiere contar y como lo quiere contar. La leía luego porque me pareció que se había hecho una adaptación buenísima y el libro es muy difícil de adaptar.
Millás está muy contento de la adaptación.
Paco León: Sí. La verdad es que no es muy normal que un autor de el beneplácito de una adaptación suya y le gusta la película.
Os lo preguntaba por si disponer del texto literario os servía para entender más los personajes.
Paco: Recuerdo que al principio el propio Félix se hacía un lío. Decía: “Lo del padre… Ah, pero lo del padre no está en la película.”. Yo decidí inspirarme en el guion y crear a partir de ahí.

¿Y qué os atrajo del guion?
Leonor: Que estaba muy bien escrito, que era de Félix Viscarret, que estaba basado en la novela de Millás, que estaba Paco y que era una historia muy bonita. ¡Me encantó! ¡Y muy rara!
Paco: A mí me atrapó desde el principio esta cosa tan infantil pero tan eficaz de un tío que está escondido y que lo van a pillar… Y tú quieres ver cómo lo pillan o cómo no lo pillan. Estás esperando todo el tiempo, con esa tensión, y que después, se traslada a la película también.
El personaje que interpreta Paco está literalmente metido en el armario pero el de Leonor, a pesar de moverse libremente por la casa, tener su vida familiar, en realidad también está metido en el armario.
Paco: Creo que son soledades que de repente se encuentran ahí a través de esa puerta dimensional que es el armario. La película habla mucho de estar solos físicamente o en compañía, pero de los solos con sus cabezas que es la dimensión preferida de Millás, el interior de las cabezas de las personas.
También hay algo de esa característica voyeur que ahora además se sobredimensiona por el fenómeno de las redes sociales y el hecho de poder ver la vida de los demás desde tu casa, desde tu móvil…
Paco: Eso es inherente al ser humano. De todas las formas se quiere ver y participar de la vida de los otros. De hecho la ficción, desde los tiempos del teatro romano a los realitys o cualquier historia que se cuente, está ahí.
Leonor: Y también los cuadros. Imágenes de vidas cotidianas que estás mirando y en teoría no deberías estar viendo. A mí me gusta una cosa que dice Millás que me parece preciosa sobre que todo el mundo quiere ser otro porque tenemos solo una vida. Quieres tener más pero sin perder tu identidad. Tú no quieres ser Kim kardashian, tú quieres ser tú siendo Kim Kardashian un rato.
Habéis comentado que los personajes son extraños, raros, y la novela juega con la imaginación y la realidad. ¿Cómo aterrizáis esos personajes al suelo para hacerlos reales, creíbles de cara al espectador?
Paco: Yo creo que trayéndolos a uno mismo. Empatizo bien con Damián en esa necesidad de querer aislarse del mundo o la curiosidad de ver a una familia en su intimidad. Creo que todos tenemos esa locura y esa conversación con nuestro mundo interior, todo el mundo tiene sus cosas y es fácil aportar la tuya al personaje.
Leonor: Y no juzgarlo. Hacerlo desde la verdad. Apartar el ruido porque además estábamos rodando mucho tiempos solos. Pero sobre todo no juzgar, esto es así y ésta es la verdad. Ella habla con alguien de verdad y ahí es donde los personajes se vuelven sólidos.
Comentabas Leonor que rodasteis solos y viendo la película, el montaje os une, pero en realidad tenéis solo un par de escenas donde estáis juntos y vuestros personajes están mucho rato solos. Tú, Paco, tienes que hacer gestos, miradas a cámara, en los que estás solo.
Paco: Recuerdo que tenía una complicación porque estuvimos dos semanas de rodaje con planos “de escucha”. Era muy extraño rodar un plano porque la cámara da muy poco juego en el armario y era escuchar diferentes cosas y matizar en esa escucha. Y también era un trabajo bonito, un trabajo minimalista.
Para ti es un cambio de registro respecto a lo que estamos acostumbrados a verte. Un personaje más dramático, más enfocado al interior…
Paco: Sí, sí…
Leonor: En La peste ya tenías un personaje más dramático pero es verdad que ese personaje era más para afuera.
Paco: Sí. Era un personaje dramático pero aquí es un personaje retenido que pasa por muchos sitios. Tiene ataques de ira, pero también tiene ternura. Y tienes que crear empatía porque tienes que quererlo de alguna manera, pero también tienes que temerlo porque no sabes por dónde va a salir éste en cualquier momento.
Yo llevo mucho tiempo en esto y es muy estimulante, de repente, enfrentarte a muchos tonos interpretativos y por eso para mí ha sido un lujo haber hecho este trabajo.
¿Y tú, Leonor, buscas también esos personajes diferentes?
Leonor: Pues fíjate… Igual es por el momento en el que estoy. Antes sí que me importaba mucho esa sensación como de “he hecho esto ya” y es verdad que si te ofrecen una cosa justo después de haber terminado otra, que es muy parecida de tono, no te ves capaz de hacer una cosa distinta a lo que has hecho.
Pero yo creo que por el momento en el que estoy depende mucho más de quién dirija la película y por qué quieren que yo haga ese personaje. Me ha dado cuenta con los años que no existe un estándar. Aquí es una mujer deprimida, pero la mitad de la población está deprimida y no se parecen en nada… En ese sentido no es tanto el personaje, que sí por supuesto, sino todo lo que está contando.
Escribe Luis Tormo
Felicitaciones por la gran entrevista. Le tenemos ganas al filme. Como sea la mitad de bueno que el libro estaremos contentos pq el libro era una maravilla.
Muchas gracias!!! El libro, muy bueno, no era fácil de adaptar y no ha quedado nada mal.