Tras la publicación en 2023 del EP Tas Loko Mixtape, Irma Farelo, conocida artísticamente como Mushkaa, lanzó a principios de 2024 su primer trabajo de larga duración, titulado Sexy Sensible. Aunque algunos lo clasifican como un EP debido a su brevedad, la cohesión estilística y temática de sus nueve canciones permite considerarlo con justicia como un álbum completo.

Producido por sus colaboradores habituales, Roots y Bexnil, este proyecto se articula en torno a un eje temático claro: el amor y el desamor. A lo largo del disco, Mushkaa construye una narrativa emocional que se mueve entre la melancolía introspectiva y la ligereza del goce sentimental. Todo ello se sostiene sobre una estructura sonora que combina elementos electrónicos con ritmos latinos, generando una atmósfera rica en matices y contrastes, con la mezcla del castellano y el catalán.

Si bien algunas canciones del álbum pueden funcionar de forma autónoma –en  especial aquellas que fueron publicadas previamente como sencillos–, es precisamente la unión de todas ellas en este conjunto lo que da sentido y fuerza al proyecto. Sexy Sensible encuentra su verdadero valor en esa coherencia interna que transforma la suma de temas en una obra con identidad propia y voz unificada.

El disco se abre con una Intro que prepara el terreno para Señal de respeto, una canción que destaca por contar con la colaboración de su hermana Greta. En este tema, Mushkaa reflexiona sobre las dinámicas del amor, la dependencia emocional y la importancia de entender lo que implica realmente amar a alguien. Con frases como “La baby tiene algo que me mata (…) Quererla no sale free, me lo dijo así”, la artista introduce el tono honesto y vulnerable que atraviesa todo el álbum.

El punto de inflexión llega con El disfraz, uno de los momentos más intensos del disco tanto en lo lírico como en lo sonoro. En esta canción, Mushkaa profundiza en las complejidades del amor no correspondido o condicionado, relatando la experiencia de una persona que siente que debe renunciar a su identidad para ser aceptada por su pareja.

Sobre una base que fusiona sintetizadores con guitarras, la artista desgrana versos que oscilan entre la entrega incondicional y la súplica por un amor genuino: “Dime si te llegaron ya mis flores / tu pelo se quedó por los rincones», dice, antes de lanzar una súplica desgarradora: «Una bala y me das / dispárame que yo pediré más / si te ves capaz de quererme si no llevo el disfraz”

Xarnega se presenta, en un primer nivel, como un auténtico divertimento, una canción ligera y enérgica que conecta de inmediato con el público –y basta con presenciar su recepción en los conciertos para comprobarlo–, pero bajo esa superficie festiva se esconde también una declaración de amor directa y sin artificios. En sus versos, Mushkaa reivindica la mezcla de identidades culturales con ternura “Baby, estàs bonica tota l’estona / I etsxarnega, por eso estás feta pa’ mi / I és que m’encantesperò no te n’adones / Que ets la més sexy, per això tu etstot el que vull.” La coda final –más festiva y expansiva–no solo refuerza la energía celebratoria del tema, sino que actúa como un cierre vibrante.

El tema más conocido del LP es SexeSexi. La colaboración con su hermana Bad Gyal nos deja un trap de ritmo festivo articulado en torno a las réplicas de las hermanas Farelo. Tema de empoderamiento femenino con el sexo y la seducción como telón de fondo donde cada una describe su forma de entender este aspecto.

Imperio representa un regreso claro al amor romántico, directo y sin ambigüedades. La canción adopta el formato de una balada clásica, tanto en su estructura como en su tono emocional, y se construye sobre un mensaje de entrega absoluta. La declaración “Niña, cuando estaba detrás / Yo sé que te estaba gustando” marca el inicio de un relato donde el amor se reafirma con el estribillo: “Que yo te compro un Imperio / Si tú juegas en serio”, una frase que simboliza la disposición total siempre que el juego del amor sea mutuo y comprometido.

Después de esta declaración de amor, el álbum transita hacia un tono más lúdico y rítmico con Habibi, una canción más ligera y desenfadada, construida sobre una base bailable. La canción ofrece un respiro antes de adentrarse en una sonoridad distinta con Turra Malvada. Esta última se presenta como una especie de cumbia moderna, y cuenta con la colaboración de Akilon 340 y Negro Dub. En ella, el juego amoroso vuelve a ser el núcleo temático, pero esta vez desde un lenguaje más pasional: “Vamos a encerrarnos en el cuarto / Si me das mi corazón me lo parto ya” y amor compartido: “Que to’ lo bueno contigo lo comparto / Y de lo malo yo te aparto”.

El disco alcanza su punto más alto y emocional con el tema final, Entre el fum, una balada que destaca por su carga sentimental y por su cuidada construcción musical. La canción comienza con la voz de Mushkaa acompañada por un piano, en un arranque minimalista que enfatiza la melancolía. Esta primera parte está impregnada de dolor y desamor: “Digue’m perquè ho fas / no ho puc entendre / Si ja has oblidat tot el que vas aprendre / Els teus ullets deien: ‘mushka per sempre’ / però ara estic ben sola entre calos i jerga.”

Aquí se expresa la incomprensión ante el fin de una relación que parecía eterna. Sin embargo, Entre el fum no se queda anclada en el dolor. La canción da un giro hacia la autoafirmación y la resiliencia, reivindicando la fuerza interior necesaria para salir adelante: “Començo un nou viatge amb shortis i champagne / Però tot ja és igual / No busco tornar a perdre ni trenco el mirall.”

El tema culmina con una coda musical, donde el piano da paso a una base de trap urbano, reforzando el mensaje de transformación. Este giro final no solo subraya el cambio emocional de la canción, sino que también ofrece una muestra clara de la evolución artística de Mushkaa.

En definitiva, se trata de un disco que encarna con soltura la dualidad entre lo “sexy” y lo “sensible”, fusionando con elegancia la provocación con la introspección. A lo largo de sus temas, deja entrever los primeros pasos de un camino artístico en ascenso, prometiendo una evolución sólida y cada vez más personal.

Escribe Luis Tormo