Veni, Vidi, Vici

Esta frase que encabeza el artículo no es el título del último sencillo de éxito del reguetonero puertorriqueño; es la famosa locución que pronunció Julio Cesar en el Senado Romano después de una brillante victoria en el año 47 a. de C. Dos mil años después utilizamos esta expresión para referirnos a un triunfo rápido y rotundo.

Y eso fue lo que se vivió en la última jornada del BIGSOUND Valencia con el show de Ozuna. Y no lo tenía fácil después de los conciertos ofrecidos por Nicki Jam y Omar Montes, los dos artistas que pasaron con anterioridad por el escenario Turia Stage y que dejaron el listón muy alto.

Ozuna irrumpió en el escenario como un huracán mientras sonaba el inicio de su canción De mar. El enorme atrezzo circular con el diseño de su emblemático osito, sobre el que aparecía un rótulo con su nombre, presidía el escenario que albergaba un numeroso combo de músicos que materializaron de forma vigorosa la música de la estrella mundial del reguetón.

Arropado por un cuerpo de baile femenino, Ozuna situó el nivel por todo lo alto desde este primer tema. Un hecho que podía suponer un riesgo para el desarrollo del concierto pero que en este caso se superó gracias a que esa energía inicial no llegó a decaer en ningún momento. Conquistando la plataforma que sobresalía sobre el escenario, con el público a sus pies, la figura de Ozuna parecía flotar en el emblemático recinto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

El setlist –un autentico grandes éxitos– basado en sus álbumes (con especial dedicación a Aura y Odisea) al que sumó todos los sencillos y colaboraciones convertidas en exitosos himnos (como por ejemplo su dueto con Rosalía en Yo x ti, tú x mí) hizo que sonaran más de una veintena de canciones como La Modelo, Se Preparó, Caramelo, Vaina Loca, Dile que tú me quieres y un largo etcétera.

La comunión entre el artista y el público fue inmediata. Las letras eran coreadas desde el inicio y el cantante se dedicó a fomentar esa conexión incentivando a cantar, a bailar y agradeciendo continuamente la actitud colaborativa de todas las personas.

Este juego se dio a lo largo de todo el concierto y la mayoría de las canciones incluyeron una coda final para que el público coreara el estribillo cuando Ozuna ofrecía su micrófono a la multitud, acallando su voz, para que le devolvieran cada una de sus letras; entre las incitaciones a participar en el espectáculo (alzar los móviles, cantar) el cantante también aprovechó para lanzar algún mensaje para que los hombres no maltrataran a las mujeres.

Para el último tramo del concierto Ozuna interpretó Baila, Baila, Baila; El Farsante, Te Bote y Taki Taki. Concluyendo el espectáculo entre el sonido atronador del clásico castillo de fuegos artificiales que acompaña el cierre de cada jornada del BIGSOUND.

Este Summer Tour 2025, que lleva a Ozuna por Italia, Suiza, Portugal, además de España, certifica el carácter de estrella internacional del cantante puertorriqueño que lo da todo cada vez que se sube a un escenario para poner en pie un repertorio entre el reguetón y el pop latino que habla del amor –y del desamor– sin perder de vista el tono divertido y festivo.

Escribe Luis Tormo