Viaje iniciático
El documental Vínculo. La llamada del pingüino (1) está conformado por un triángulo en cuyos vértices encontramos a Josabel Belliure, una bióloga, profesora e investigadora especializada; Alejandro Palomas, traductor, profesor en talleres de escritura y autor de novelas y poesía, premio Nadal 2018 por su novela Un amor; y en el tercer vértice, un pingüino pues este animal es el protagonista de los estudios e investigaciones de Josabel Belliure pero también el pingüino es una figura muy querido por el escritor ya que desde que a los tres años su tía le regaló un libro del pingüino Pondus éste le acompaña desde siempre.
Batiste Miguel, biólogo y documentalista valenciano, conocido por trabajos como Sorolla, el triunfo de la luz (2015), Equilibri by Okuda (2019) o Paco Roca, dibujando la vida (2023), es el encargado de poner en imágenes esta historia –con un guion que coescribe con Alejandro Palomas– que comienza cuando la científica le propone al escritor que le acompañe en su viaje a la Tierra del Fuego en Chile para estudiar el comportamiento de los pingüinos teniendo como lazo de unión esa fijación infantil de Palomas con el cuento del pingüino.
La infancia, los cuentos, la imaginación y los miedos son el inicio de un relato guiado por la voz de Alejandro Palomas con una primera anotación sobre los monstruos imaginarios (la figura del coco) y los monstruos reales que él sufrió. El animal del cuento y los animales reales tejen un hilo conductor alrededor del conocimiento que Josabel Belliure va desgranando acudiendo al lenguaje científico sobre todo aquello que tiene que ver con el comportamiento de los pingüinos –la alimentación, sus costumbres, la reproducción, el cuidado de sus crías–.
El documental compagina el relato del viaje con todo lo que acontece con anterioridad (cómo surge la idea del viaje, las expectativas, las dudas), pero aquí se da un juego temporal pues las primeras imágenes son las del rodaje del viaje –justo antes de que se desatara la pandemia– y posteriormente se rodaron todas aquellas que tienen que ver con la génesis del proyecto. De ahí que se genere una doble contemplación debido a que los protagonistas están hablando de algo que ya ha ocurrido, de su experiencia pasada.
En esa reconstrucción los paisajes juegan un factor importante, la casa donde vive el escritor, en la naturaleza, aislada, filmada entre brumas y nieblas, tiene algo que ver con el paisaje deshabitado de Tierra del Fuego, donde la sensación de aislamiento es similar. Un aislamiento físico pero que en el caso de Alejandro Palomas, desde su infancia, es también un aislamiento psicológico, un aislamiento emocional.

El conocimiento trasmitido desde el punto de vista de la investigadora, de una persona académica y científica, sobre el mundo de los seres vivos –del que todos formamos parte en una cadena concreta de la evolución– facilita el sosiego, la tranquilidad y una comprensión que iguala a todos esos seres vivos, uniendo dos mundos en principio distantes.
El escritor encuentra el sentido al hecho de formar parte de un grupo, desde la familia que habita en la isla hasta los animales, descubriendo la convivencia, descubriendo una comunicación de la que él renegaba por su difícil situación derivada del terrible suceso de su infancia. Para hacer comprensible esta evolución, Alejandro Palomas traduce el lenguaje científico –con todo el metalenguaje derivado del conocimiento de la investigación– al lenguaje literario, de una forma más accesible, a través de su voz en off, utilizando las palabras exactas, la cadencia y el ritmo sosegado.
Las imágenes que recoge la cámara de Batiste Miguel van en consonancia con ese tono que invita a la tranquilidad. La colonia de pingüinos es filmada desde la belleza, destacando la presencia del colectivo, la gama de colores, pero las escenas de animales no se queden en el simple goce estético sino que se ponen en consonancia con el mundo humano (sus movimientos, su forma de andar, sus costumbres). En la filmación de las escenas de Josabel Belliure y Alejandro Palomas también se recoge ese espíritu de quietud donde resuena la conversación, las voces de sus protagonistas.
El documental plantea una doble lectura, de una forma general, la necesidad de la conservación del planeta con el estudio de las especies que trasluce que todos formamos parte de este mundo, y de una forma más íntima, el viaje iniciático del escritor, que puesto en contacto con la naturaleza, con el mundo animal, es capaz de abrirse más allá de su silencio para verbalizar su traumática experiencia infantil. De esta forma Vínculo. La llamada del pingüino consigue articular de forma convincente el documental científico con el drama humano.
Escribe Luis Tormo
(1) Vínculo. La llamada del pingüino es el documental elegido para inaugurar la IX edición del Festival DocsValencia que se celebra del 9 al 17 de mayo de 2025.
Título: Vínculo. La llamada del pingüino
País y año: España, 2024
Duración: 64 minutos
Dirección: Batiste Miguel Gil
Guion: Batiste Miguel Gil, Alejandro Palomas
Fotografía: Manuel Pascual Buigues
Música: Christian Molina
Reparto: Josabel Belliure, Alejandro Palomas
Productora: Docu Producciones SL, Ukemotion Producciones Audiovisuales
Distribuidora: CityBlue Films
Artículo publicado originalmente en Encadenados