Concierto de Amaral en el SanSan Festival de Benicàssim

Celebración

Fiel a su cita anual, el SanSan Festival de Benicàssim sigue consolidándose como una cita obligada para miles de aficionados a la música. En esta edición, que se celebra el 28, 29 y 30 de abril de 2024, más de 65.000 espectadores han disfrutado de grupos como Two Door Cinema Club, Arde Bogotá, La Oreja de Van Gogh, Viva Suecia, Vetusta Moral o Iván Ferreiro, entre otros.

Entre estos referentes, los protagonistas de la segunda jornada del festival fueron, junto a La Ordeja de Van Gogh, Amaral. Las más de 22.000 personas que acudieron este día pudieron disfrutar del primer concierto de la gira 2024 de la banda zaragozana. Una gira en la que Amaral celebra sus 25 años en la música –la celebración en realidad comenzó el año pasado– pero será este 2024 donde estarán presentes durante los próximos meses en los mayores acontecimientos musicales de nuestro país.

Amaral abrió el concierto con Sin ti no soy nada. El emblemático tema compuesto por Juan Aguirre y que trata sobre el amor tóxico y la dependencia emocional, habitualmente reservado para la parte final del setlist, adquiere un significado trascendente al ser situado al inicio, como punto de partida, de una serie de temas que resumen toda una trayectoria. Con los acordes de Mares igual que tú vino el primer saludo: “Hola SanSan”, “Hola Benicàssim”, tema que enlazaron con Días de verano, tras el que Eva explicó que este era el primer concierto de la nueva gira por lo que se encontraban nerviosos a la vez que ilusionados

Amaral en concierto en el SanSan Festival 2024. Foto: Luis Tormo

Pero nada que temer porque un buen sonido, la compenetración de una banda que se conoce a las maravillas y el poder de la nostalgia hicieron que el concierto se convirtiera en un karaoke continúo. Salvo alguna sorpresa como No sé qué hacer con mi vida, un tema de su primer disco en el que se resumía la incerteza ante el futuro, las canciones –convertidas en himnos generacionales– se sucedieron durante la hora y media que duró el concierto.

Desde el inicio se palpó la fuerza con la que  Amaral tomó el escenario. Con un vestido rojo y una chaqueta oscura que luego se quitaría, Eva se movió, saltó y disfrutó con cada canción. Los años de experiencia consiguen que canciones cientos de veces interpretadas suenen con frescura y la cantante es capaz de reaccionar ante cualquier imprevisto –como la chica que sufrió un percance de salud y a la que le entregó una botella de agua desde el escenario– o cuando el público coreaba su nombre, momento en que aprovecho para presentar a toda la banda reafirmando que en directo son una banda.

Eva puso especial atención en explicar muchos de los temas. Lamentó que el problema de los malos tratos que denunciaba Salir corriendo siguiera vigente hoy día, reivindicó el hecho de haber pasado en unos años de ser una niñata a ser una mujer mayor, se preguntó si Nicolas Cage sabría que hay gente que lleva 20 cantando su nombre antes de interpretar Moriría por vos y dedicó Ruido a La Oreja de Van Gogh –el grupo donostiarra acababa de actuar en el escenario contiguo– porque era un grupo con el que habían coincidió en numerosas ocasiones y ambos han sobrevivido a una época.

Juan Aguirre a la guitarra. SanSan Festival. Foto: Luis Tormo

Para la parte final, los zaragozanos encadenaron una serie de temas imbatibles –por utilizar un adjetivo que sea puesto de moda– como Resurrección, Cómo hablar, Kamikaze, Hacia lo salvaje, Revolución, Marta, Sebas, Guille y los demás –quizá el momento álgido del concierto– y, para cerrar el concierto, El universo sobre mí. Escuchados de un tirón hay que rendirse al talento de Amaral para convertir un puñado de canciones pop en himnos generacionales a los que el tiempo no parece haber hecho mella.

Tras el ritual del bis, el combo volvió al escenario para concluir definitivamente el concierto con la emotiva Cuando suba la marea –conocida por las nuevas generaciones por formar parte de la banda sonora de La casa de papel–, un toque sensible sobre la nostalgia de un amor perdido, una canción sobre el pasado, pero también una canción sobre alguien que descubre finalmente quién es.

Amaral, con una Eva que impresiona con su voz y un Juan Aguirre protagonista con sus riffs, punteos, acompañamientos y solos a la guitarra, ofrece en esta gira un ejercicio de nostalgia que se convierte en una celebración. Pero no una nostalgia anclada en el pasado, la nostalgia de Amaral está basada en reivindicar el valor de una obra coherente, con canciones que conviven en armonía aunque estén compuestas en 1998 o 2019 –este 2024 se espera el lanzamiento de su nuevo trabajo–,  y cuyo contenido, musical y textual, sigue estando vigente. Eso es lo que convierte este repaso a 25 años de carrera en una celebración.

Escribe Luis Tormo

Gracias al departamento de prensa del San San Festival por las facilidades para la realización de este artículo

AMARAL
SanSan Festival Benicàssim
29 de marzo 2024

Amaral en concierto en el SanSan Festival 2024. Foto: Luis Tormo

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