Hace un año veía la luz Tiene que ser para mí (2022), el primer disco de Natalia Lacunza. Antes la cantante había publicado dos EPS, Otras alas (2019) –en el que se encontraba su exitosa colaboración con Guitarrica de la Fuente en el tema Nana triste– y EP2 (2020), trabajos que significaron un primer paso para marcar territorio tras su paso por un talent de la repercusión de Operación Triunfo. Por el camino distintas colaboraciones (Bronquio, Pol Granch, Aitana) y numerosos conciertos, han terminado por asentar un estilo que ha culminado con ese disco debut en el que ha volcado todo su universo.
Tiene que ser para mí muestra las vivencias en primera persona de la artista navarra, un disco de autoficción en el que habla de sus propias experiencias a través de unas letras sensibles en las que se desnuda emocionalmente elaborando un discurso íntimo sobre la necesidad de encontrar su propio espacio (Mi sitio), el amor (24 cartas) o el desamor (No me querías tanto, Medicina). El disco, coproducido por Lacunza junto a Pau Riutort, muestra también el nuevo recorrido sonoro entre el pop clásico, el indie y el juego electrónico que termina produciendo canciones tan redondas como Cuestión de suerte.
Con las canciones rodadas durante más de un año y con un próximo EP a la vista del que se conoce una canción Intro (DURO), Natalia Lacunza se presenta en el Bigsound Festival 2023 de Valencia, un encuentro musical que en su tercera edición trae a sus escenarios la mejor música urbana, con un concierto basado en Tiene que ser para mí en el que se cuelan colaboraciones y algún que otro adelanto de su nueva música.
Con una suave intro de aire etéreo aparecieron en el escenario del Bigsound, sobre una pantalla de imágenes oníricas, para iniciar el concierto con Tiene que ser para mí, dejando claro desde el principio por iba a desarrollarse el show: la increíble voz de la cantante acompañada de una banda femenina compactada y que conoce a la perfección el puñado el material que tiene entre las manos. Para demostrar la versatilidad del repertorio, el segundo tema fue su conocida versión de Crazy para continuar después con El Círculo.
Con Cuestión de suerte, uno de los temas más redondos y claro exponente de ese pop festivo de medios tiempos que domina el disco, la interacción con el público fue total, aprovechando la artista para dar voz al público para que cantara el estribillo, aunque las letras se corearon desde el inicio hasta el final del concierto.
Para Mi sitio, una de las canciones en las que de una forma clara más evidencia su postura de independencia (Hace tiempo que sé cuál es mi sitio/Ahora ya sé que no te necesito) cogió la guitarra por primera vez.
Continúo con Mejor que yo, de la que dijo que “era la canción más sexy del setlist” y que supone un paso más en esa confesión emocional en forma de canción. En este sentido, el magnetismo que ejerce Lacunza desde el escenario es evidente. Una suma de letras sensibles que llegan a las personas que las escuchan y un ropaje interpretativo en el que cada una de las canciones gana con la expresión de sus movimientos, de sus gestos o de sus miradas.
Con Intro (DURO), el nuevo tema del que será el siguiente trabajo y que la cantante agradeció al público el apoyo recibido, el concierto elevó el espíritu festivo. Sin romper con la temática anterior, este tema comienza de forma sencilla con voz y piano para elevarse a continuación introduciendo los ritmos electrónicos hasta hacer un tema bailable. Con Todo lamento volvimos al formato de canción pop.
El disco Tiene que ser para mí se cierra con una particular versión de 24 cartas –la canción original de Los Moles– producida por RUPTURA. Así que para esta ocasión Natalia Lacunza llamó al escenario a RUPTURA para interpretar conjuntamente este tema.
Las versiones se enriquecen y se adornan tal y como vimos con la introducción de teclados y batería en No me querías tanto, otra confesión de desamor (Quien me arregla a mí lo que tú hiciste mal/Por mucho que lo intento, no puedo olvidar).
A continuación llegó el turno de Nunca llega 05, el nuevo tema que se lanzaba esa misma noche del concierto en todas las plataformas, y que supone un paso más tras Intro (DURO) en esa música bailable. El tema sonó a modo de karaoke con todo el grupo bailando el tema.
Y siguiendo esa línea ascendente abordó Prefiero, la colaboración entre Natalia y María Escarmiento –antiguas compañeras de OT–.
Cerró el concierto con la que dijo era la canción favorita del disco No vas a volver y que resumió diciendo “que las cosas nunca se quedan como están, para bien o para mal”. Al ritmo del acelerado remix de Cuestión de suerte terminó el show con el grupo abrazado y saludando desde el escenario.
En resumen, un estupendo concierto en el que las canciones suenan potentes y festivas donde, arropada por su grupo femenino, Natalia Lacunza se muestra como una artista en la que se evidencia –en apenas un lustro– una evolución basada en unas letras sensibles que se adaptan a diferentes musicalidades y de la que seguro iremos conociendo nuevas y satisfactorias etapas.
Escribe Luis Tormo
Gracias al equipo de prensa del Bigsound por las facilidades para la realización de esta crónica.
NATALIA LACUNZA · BIGSOUND FESTIVAL 2023
Valencia, 29 de junio de 2023
Natalia Lacunza (voz, guitarra)
Teresa Gutiérrez “Ganges” (teclado, samplers)
Luz Abril “Trashi” (guitarra)3
Paula Ruiz “Mira Paula” (bajo)
María Kat Almagro (batería)





Gracias por el artículo y las fotos!